Sobre
los helechos yacen
las
vigilias del cielo
y
apunta una madrugada
las
hojas donde posarse
puedan,
dos tórtolas.
Aún
aguarda Tísbe
que
Píramo suba a la montaña
y
exprima su cintura
entre
el gozo de las moreras
que
acogen el polvo del sol.
Más,
el león envidia
la
luz que en círculos reposa
sobre
la cabeza, ensaya
cómo
anegar el manto
con
dentelladas.
En
la rasgada médula
del
bosque, ya nube y agua sola,
ya
luces que recrean un espacio,
lo
oscuro inunda el verde milagro
de
un amor teñido por las tormentas.
De
mi libro: "La Huella de los dioses"
Edic.
Torremozas – Madrid, 1986
Cuadro:Tísbe
y Píramo,
Thomas Jan Van Yperen (1617-1678)
Museo Accademia Carrara (Bérgamo)
Thomas Jan Van Yperen (1617-1678)
Museo Accademia Carrara (Bérgamo)
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