lunes, 2 de marzo de 2015

Tísbe y Píramo




Sobre los helechos yacen
las vigilias del cielo
y apunta una madrugada
las hojas donde posarse
puedan, dos tórtolas.

Aún aguarda Tísbe
que Píramo suba a la montaña
y exprima su cintura
entre el gozo de las moreras
que acogen el polvo del sol.

Más, el león envidia
la luz que en círculos reposa
sobre la cabeza, ensaya
cómo anegar el manto
con dentelladas.

En la rasgada médula
del bosque, ya nube y agua sola,
ya luces que recrean un espacio,
lo oscuro inunda el verde milagro
de un amor teñido por las tormentas.

De mi libro: "La Huella de los dioses"
Edic. Torremozas – Madrid, 1986

Cuadro:Tísbe y Píramo,
Thomas Jan Van Yperen (1617-1678)
Museo Accademia Carrara (Bérgamo)

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