lunes, 28 de julio de 2014

Soñando con la Paz.

   

   
   Ayer por la tarde, cuando paseaba por mi barrio, tranquilo, pacífico, sin apenas tráfico, ni ruidos, solo las risas que llegaban desde algunas terrazas, siendo domingo y vacaciones. Experimentaba, sin embargo, una sensación de tristeza por todos aquellos a los que se les ha roto el derecho a pasear, a reír.

   Sentía la impotencia de saber que quien ostenta un premio Nobel de la Paz, ignora lo que significa esa palabra y todo, porque existen dos cosas imprescindibles para los Centros del Poder: las armas y el dinero. Unos gobernantes cínicos e impasibles ante la desvergüenza de contribuir a una masacre, a un genocidio.¿Quién sino ellos, pueden detenerlos?

   ¿Servirá de algo que unos cuantos millones de personas estemos rogando por la paz? A lo largo de la Historia, desde que el mundo es mundo, la palabra Paz ha demostrado ser una Utopía: un lugar que no existe, un plan irrealizable. Para que fuese real, tendríamos que transformar nuestro interior y romper los límites, uno a uno, cada ser humano. Imposible ¿verdad?

   Al menos, soñemos que es posible, no perdamos la Esperanza. Saber que no estoy sola en el utópico pensamiento, hace que saboree con auténtica fruición un vaso de horchata y dé gracias por este simple placer. ¡Ojalá! Algún día podamos brindar por una de las palabras más hermosas del universo. ¡PAZ!


   Abrazos de Paz para tod@s y cada un@. 

(R.J.M./28.7.14)

2 comentarios:

  1. Qué bueno es pasear por el barrio y observar... Me encantó leerte.

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  2. ¡Gracias Julie! Es una suerte poder pasear en paz y es lacerante saber que a una parte de la Humanidad, le es negado ese pequeño placer.
    Un abrazo.

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