domingo, 15 de marzo de 2015

BAJO EL MANTO NOCTURNO


Al igual que otras noches
me sumerjo en la luna llena
cuando tus manos se hundían
en los cráteres de mi piel.

Acabo de besar tus labios,
con olor a regaliz,
tan distintos de aquellos
que me untaban de fresas.

Se llenan mis ojos de oscuridad
bajo los árboles que te alojan.
Doy un manotazo al aire
de las mariposas que brillan.

Una noche más vuelvo a casa,
el lecho está vacío. Triste,
no siento el vagar de tus manos
en las esquinas de la almohada.

Bajo el manto nocturno,
sueño que me aprisionas
y deliro bajo los almendros.

                                     Mañana, rescataré la ternura.


lunes, 2 de marzo de 2015

Tísbe y Píramo




Sobre los helechos yacen
las vigilias del cielo
y apunta una madrugada
las hojas donde posarse
puedan, dos tórtolas.

Aún aguarda Tísbe
que Píramo suba a la montaña
y exprima su cintura
entre el gozo de las moreras
que acogen el polvo del sol.

Más, el león envidia
la luz que en círculos reposa
sobre la cabeza, ensaya
cómo anegar el manto
con dentelladas.

En la rasgada médula
del bosque, ya nube y agua sola,
ya luces que recrean un espacio,
lo oscuro inunda el verde milagro
de un amor teñido por las tormentas.

De mi libro: "La Huella de los dioses"
Edic. Torremozas – Madrid, 1986

Cuadro:Tísbe y Píramo,
Thomas Jan Van Yperen (1617-1678)
Museo Accademia Carrara (Bérgamo)