viernes, 6 de noviembre de 2015

TERROR EN LA CALLE DESIERTA

                                                   

            Sábado, 11 de Agosto. 

   Eran las 6 de la tarde, no era hora taurina, no había ningún valiente que se atreviera a desafíar los 40º a la sombra. El coche me había dejado a unos cien metros del lugar adónde iba, evitándome esperar el autobús bajo el horno de la marquesina y recorrer después los 66 escalones que separan los desniveles de una calle a la otra, ambas paralelas y de dirección única.


   El viento africano soplaba con fuerza, se había sumado al fuego de san Lorenzo y sus ráfagas hacían ulular los toldos de terrazas y las ramas de los árboles, amenazaban mi cabeza. Estaba más sola que la una, no se veía ni un cuerpo con alma. Anduve por la acera, bajo la delgada sombra.

   Un extraño ruido a chatarra, me hizo detener y volverme a mirar, no pasaba ni un solo coche, los kavallos de los motores, estaban amarrados sobre el asfalto. Eolo amainó su soplo y proseguí el camino, apenas habría andado unos pasos y de nuevo escuché aquel chirriar, alcé la vista, so pena de convertir mi cara en un pergamino. No se veía a nadie, ni nada capaz de hacer aquel ruido, ni siquiera, el eje de unas ruedas ludiendo el asfalto.

   Crucé hasta la otra acera y apreté el botón, para que me abrieran la puerta de acceso al parque. Esta vez el sonido chirriante estaba cercano, como si me persiguiera. La acera marca una semicircunferencia para la entrada de vehículos, me alejé de la puerta, cuando ya la estaban abriendo. Junto al bordillo había un montón de hojas, me agaché y cogí un objeto. El parque estaba desierto, el agobiante calor había hecho que los residentes se mantuvieran en el interior.

   La recepcionista después de saludarme, me preguntó: ¿Se te había caído algo? He visto que te volvías y te agachabas a recogerlo.

   - Sí, esto -sobre el mostrador deposité un bote de cerveza vacío- ¡Por favor! Tíralo a la papelera. No sabes lo que puede aterrorizar en una calle desierta.

(R.J.M./11.8.12)
Foto: Parque de la Resi.

viernes, 23 de octubre de 2015

HABLANDO DE CINE


Os traigo una efemérides del 7 de octubre de 1965, cuando se terminó de rodar la película "Doctor Zhivago".
Hace unos meses la joven periodista Sarah White, de la Agencia Internacional Reuters, me hizo una entrevista por tal motivo. Quedamos para vernos en el llamado "Palacio de Hielo", paseamos por la calle Silvano, se mostró sorprendida al saber que fue ahí donde estuvo el Kremlin y la calle de Moscú con sus tranvías. Sarah había realizado sus estudios en el Liceo Francés, principio de la actual calle Silvano y cogía cada día el metro en Esperanza. Hacía bastantes años que no había vuelto por el barrio, sus estudios universitarios los acabó en Londres, pero añoraba Madrid.

A mi me llamó la atención que una Economista estuviera interesada en la cinematografía, según me indicó: Su interés provenía de las escasas películas internacionales que se rodaban actualmente en Madrid, habiendo sido una de las ciudades españolas en la que más películas se rodaron. Hablamos de los múltiples Estudios Cinematográficos de aquella época, Samuel Bronston, C.E.A. y tantos otros que fueron desapareciendo. De las múltiples trabas que surgen en la actualidad, desde una exacerbada burocracia: registros, autorizaciones, protocolos, etc., que hacen desistir a más de uno, a las exigencias de actores y actrices.
Más que una entrevista, fue una conversación entre amigas que comenzó a la hora de la merienda y terminó dos horas después tras un paseo por la zona, en el metro de Esperanza.

He aquí el artículo de Sarah White para la Agencia Reuters.






domingo, 20 de septiembre de 2015

EL RUBIO

El rubio
   Aquel rubio me miraba cada día desde la marquesina del autobús. Era tan insinuante, con sus ceñidos vaqueros y aquella verde mirada sombreada por el tejano. Me provocaba una extraña sensación de mujer cosmopolita, aunque no hubiese ido al extranjero y lo más lejos hubiese sido a la luna de Valencia. Soñaba, con el sur de California, con cegar sus ojos verdes. Estaba convencida de mi aspecto de mujer fatal con el cigarrillo entre los dedos, el humo que expelí en ese momento me provocó un irrefrenable ataque de tos. Sabía que era irracional, una foto nunca habla, pero lo intenté.

   - Ahora todo es ecológico o prohibido -pensé en voz alta.
   - Los tiempos cambian -dijo- antes estaba bien visto, yo establecía la grandes relaciones entre los poderosos, me invitaban a compartir las grandes decisiones. Me regalaban en bodas, bautizos y comuniones. Nadie que se preciara permanecía en una fiesta o discoteca sin desprender humo.
   Le escuchaba atónita, él calló al ver que llegaba otra persona, prosiguió al ver que la señora en cuestión, me dirigía una mirada y se alejaba.
   - Todos me abandonan hipócritamente, me rechazan y prefieren extasiarse con pastillas, son más limpias para el ambiente, pero el deterioro es más rápido. Me han declarado la guerra, yo que soy pacifista y envuelvo en humo sus palabras beligerantes. Yo que he encendido tantos amores entre labios y dedos. Soy ajeno a sus intereses, ellos son los que me han hecho adictivo, añadiéndome sustancias peligrosas.
   Estaba tan absorta fumando el cigarrillo, que el autobús ecológico pasó sin detenerse, y al acelerar la marcha atropelló a la vecina del sexto, quién para no saludarme se había bajado de la acera. Desde entonces dicen de mí.
   - ¡Bah, salvó la vida por fumar!.
   (R.J.M./sept.2015)

UNA BUCANERA POCO MODERNA

   Menorca 

    Tendida en la arena no me di cuenta de que me robaban el móvil, cuando desperté no sabía donde estaba, no distinguía bien una arena de otra, a unos de otros. Se apropiaron de mi mapa, me raptaron para que confesara. Al ver lo enrevesado que estaba el norte del Caribe, el Oriente con el Occidente, se destapó el ojo, para ver mejor, nada. Me metieron en un barril, les costó trabajo izarme sobre la borda, ni una manzana que llevarme a la boca, sólo una toalla que tapaba algo.
   Me sentí zarandeada, abrí los ojos, mi hija estaba a mi lado, mostraba una botella de ron junto al móvil primario, tapados por una toalla.
   -¡Vaya toalla! ¿De dónde la has sacado? Tu móvil no ha dejado de sonar y en esta playa no hay cobertura, ni chiringuito.
   ¿Cómo decirle que los hakers, piratas, me habían devuelto por desinformateá?
   (R.J.M./15.9.15)

martes, 1 de septiembre de 2015

Canción de Agosto


Es la penúltima tarde de agosto,
se despide con aires de tormenta 
escandalosa, derribando
árboles y sombrillas a su paso.

Parece que quiera dejar recuerdo
de este domingo veraniego.
Contrarresto los truenos, escuchando
las canciones de otros veranos.

Cuando se tenían quince años
e ignorabas cuántos tendría el amor.
Y los besos eran robados
en aquel último guateque.

Solo había una blanca palidez
contrastando con el carmín
de las mejillas, ante la mirada
extraña de los ojos color miel.

Ahora sé que se agotaron
nuestras canciones del verano.
Tanto han cambiado nuestras vidas,
que los te quiero nos bastan.

Ha acabado la tormenta, y huyo, 
busco la luna llena entre las nubes,
no quiero pensar en el ayer
y menos, en la canción del mañana.

(R.J.M./30.8.15)

miércoles, 29 de abril de 2015

EL BAILE DE DIANA (microrrelato)




   Aquel verano invitamos a nuestra casa del pueblo a mis cuñados, pensando que tal vez, el cambio de vivienda les tranquilizaría a ambos, les dejamos nuestra habitación, pero cada mañana oíamos los gritos e insultos de ella en el baño, invariablemente él aparecía con huellas de uñas grabadas en la espalda.

   Hubo una tarde en la que ella parecía más tranquila, había deshojado varias flores sobre la mesa, como si se tratara de un puzle. Mi marido había descubierto cassetes de los años 60 y comenzó a sonar música de Paul Anka, su favorito. Se puso a bailar, se le transformó el rostro, reía, no dejaba de gritar "¡Oh, Diana, solo yoo!". Fue la última vez que la vi feliz.


(A mi cuñada, d.e.p.)

domingo, 5 de abril de 2015

Patchwork a tres manos


"Elige con cuidado lo que olvidas sin miedo, sin rencor.
Tirando por la borda todo el lastre"
(Fefa Martí Maldonado)


Memoria a la fuga

Necesito olvidar para recordar.

Aprender a desviarme del peligro
cuando el tsunami golpea mis costas.

A romper la lava, negra y dura,
de mi silencio derrotado.

A reconocer el rostro de un mal sueño.

Y, maniatada a la incertidumbre,
recordar que fui feliz sin pretenderlo.

(Mari Carmen Azkona, de su libro: "Patchwork")


Memoria fugada

Tantas veces fui maniatada,
por la incertidumbre de perderte.
Tuve que golpear los recuerdos uno a uno.
Vivir por dos la vida,
fabricar una sonrisa y estrujar el llanto.

Tirar por la borda todo el lastre,
elegir con cuidado los recuerdos
para hilvanarlos en tu acerico gris.
Alejar de tus costuras,
retales que quedaron flotando.

Ahora puedo mirar tu rostro,
recordar más allá del mal sueño.
Admitir que no hay un futuro,
sino presente.
Ser feliz sin pretenderlo.
Reír alegre, el bautizo
en jugo de fresas
del flamante "Patchwork".


(Rosa Jaén/2.4.2015)

domingo, 15 de marzo de 2015

BAJO EL MANTO NOCTURNO


Al igual que otras noches
me sumerjo en la luna llena
cuando tus manos se hundían
en los cráteres de mi piel.

Acabo de besar tus labios,
con olor a regaliz,
tan distintos de aquellos
que me untaban de fresas.

Se llenan mis ojos de oscuridad
bajo los árboles que te alojan.
Doy un manotazo al aire
de las mariposas que brillan.

Una noche más vuelvo a casa,
el lecho está vacío. Triste,
no siento el vagar de tus manos
en las esquinas de la almohada.

Bajo el manto nocturno,
sueño que me aprisionas
y deliro bajo los almendros.

                                     Mañana, rescataré la ternura.


lunes, 2 de marzo de 2015

Tísbe y Píramo




Sobre los helechos yacen
las vigilias del cielo
y apunta una madrugada
las hojas donde posarse
puedan, dos tórtolas.

Aún aguarda Tísbe
que Píramo suba a la montaña
y exprima su cintura
entre el gozo de las moreras
que acogen el polvo del sol.

Más, el león envidia
la luz que en círculos reposa
sobre la cabeza, ensaya
cómo anegar el manto
con dentelladas.

En la rasgada médula
del bosque, ya nube y agua sola,
ya luces que recrean un espacio,
lo oscuro inunda el verde milagro
de un amor teñido por las tormentas.

De mi libro: "La Huella de los dioses"
Edic. Torremozas – Madrid, 1986

Cuadro:Tísbe y Píramo,
Thomas Jan Van Yperen (1617-1678)
Museo Accademia Carrara (Bérgamo)

sábado, 21 de febrero de 2015

LOS BESOS


El Beso, Rodín

Con el tiempo, tu boca
y la mía extendieron la rutina
perfumando las copas del deseo.
Era entonces, cuando convertíamos
los vasos, en cristal de Bohemia
ungidos por el placer de brindar
con vino y néctar de rosas.

Hoy mi boca se abre
vivificante hasta la tuya
mi lengua trata de imbuír
en tus labios la miel
como una abeja que extrajera
el olvido, con su aguijón.

Acaso en un instante,
dejes de bucear en mi boca
y entonces no recuerdes
donde pusiste el polen.

Un zumbido de sueños
escapan, como fugaces estrellas.

*************
(R.J.M./14.2.2015)



miércoles, 11 de febrero de 2015

EL RUMOR DE LA TORMENTA

(Sobre la infidelidad)

   El viento arreciaba y las nubes parecían precipitarse sobre los árboles del jardín, las hojas parecían montículos de ropajes desechados y las ramas silbaban al quedar desnudas, entonando canciones fantasmagóricas en las ventanas. El aire movió las páginas del libro abierto sobre la mesa, se leía: “Caminas con los naipes del otoño a la vista. Con candidez aprehendida recibías el tacto de mi vestido y se inventaba el mudo lenguaje de los gestos...”

   Cerró la ventana, el atardecer había sido tragado por la negrura, los relámpagos iluminaban a intervalos la estancia Fue hacia el interruptor de la lámpara y una respiración entrecortada se interpuso, los latidos se aceleraron al percibir un murmullo de palabras inconexas en el oído. La oscuridad se hacía visible a intervalos de las ráfagas que hacían parecer espectros los muebles, los libros, los cuerpos.

 Las manos atraían, rechazaban sin convicción, resbalaban y hacían crujir los tejidos. Singulares luces de colores erizaban las minúsculas células de la piel, describían pequeños ríos, sensaciones largo tiempo aletargadas. Recordó: “Y el ácido placer se entrega, con caricias de preámbulos...”Trató de no moverse, de fijar la mirada en las palabras escritas: “Fue mucho más tarde que supiste de la entrega de la lluvia en tu corteza...”

   Las brumas se disiparon con el chasquido de la llave en la cerradura. Un sobresalto se precipitó en la sala, una imprecación siguió al ruido de una silla al caer, inundó todos los demás sonidos. El sortilegio se había quebrado. Una voz aguda sonó en el vestíbulo.

- Vaya golpe que me he dado. ¿Qué haces con las luces apagadas?

- Estaba leyendo, – la luz de la pantalla iluminó el libro.

- Deberías haber encendido el farol de la puerta. ¿Has pasado miedo?.

- ¡Oh, no! No estuve sola.

- Tú y tus libros.

Una sombra se deslizaba hacia el jardín.

(R.J.M./Feb.15)






  

sábado, 17 de enero de 2015

MAÑANA INVERNAL






Aparece el día, como corresponde
a un invierno cualquiera:
Un tímido sol que no abriga,
el sonido agazapado de los pájaros,
un avión que cruza el aire,

un manojo de sueño en las pestañas.

Sólo tú, puedes hacer diferente
este día, basta con olvidar
las palabras que te hicieron daño,
recuerda el beso que te hizo feliz,
pon una sonrisa en tu boca.

Os deseo un feliz fin de semana,
aunque la escarcha cuelgue del alero
y el mirlo venga a desenterrar
su tesoro, manchando el umbral.

(R.J.M./ 17.1.15)

Foto: Marisol Garcia Moya

CADA UNO ES MÁGICO



Cuando los dioses precisan
ser vengados de una caricatura,
es probable que sea
el brillo demoniaco
de un cristal enfermo, ahogado
entre los vahídos de la ignorancia.

¿Quién puede proseguir
alabando las cenizas de Júpiter?

¿Quién puede hablar de libertad?
Cuando el miedo se instala
en la mente.



Sólo podemos proseguir
si creamos nuestros sueños,
si vestimos de aventuras
nuestro día a día e inculcamos
en la infancia el sentir
la felicidad por lo que realizan.
Cada uno es mágico.


(R.J.M./7.1.15)

jueves, 1 de enero de 2015

BRINDIS


 Brindo por los que no pierden la Esperanza
de que vendrán días mejores.

Brindo por los que caminan por la Vida
y aceptan las cosas como vienen.

Brindo por los que Aman sin condiciones
desterrando suspicacias y rencores.

Brindo por los que Sonríen cuando tienen
sobrados motivos para llorar.

Brindo por los que iluminan el día
regalando un verso y un abrazo.

Gracias amigas y amigos,
por vuestro cariño.

Os deseo
Feliz Año 

2015
(R.J.M.)